En un mundo que durante mucho tiempo fue dominado por los hombres, las mujeres motociclistas se abrieron camino desafiando no solo las carreteras, sino también los estereotipos sociales, culturales y de género. A lo largo del tiempo, han demostrado que el rugir de un motor también puede ser símbolo de libertad femenina, de lucha por la igualdad y de pasión sin límites. Con cada kilómetro recorrido, estas pioneras no solo impulsaron el motociclismo femenino, sino que inspiraron a miles de mujeres a subir a una moto y tomar el control de su propio destino.
Bessie Stringfield: la “reina del asfalto”
Uno de los nombres más emblemáticos en la historia del motociclismo femenino es Bessie Stringfield, una mujer afroamericana que, en la década de 1930, desafió todas las barreras posibles. En una época marcada por el racismo y el machismo, Bessie recorrió en su moto Harley-Davidson más de 100,000 millas cruzando Estados Unidos ocho veces, sola, sin mapas y sin la seguridad de que sería bienvenida en los lugares a los que llegaba.
A menudo, se le negaba hospedaje por el color de su piel, y muchas veces dormía en su moto en estaciones de servicio o al costado de la carretera. Pero eso nunca la detuvo. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como mensajera civil del ejército, transportando documentos confidenciales en su moto a través de terrenos difíciles. Su coraje la convirtió en leyenda, y hoy es reconocida en el Salón de la Fama del Motociclismo Americano.
Otras pioneras que rompieron barreras
Theresa Wallach, ingeniera y motociclista británica, cruzó África de norte a sur en 1935 en una Panther de 600cc, sin GPS ni asistencia, desafiando desiertos y selvas. Su travesía fue tan extraordinaria que escribió un libro titulado The Rugged Road.
Elspeth Beard, una arquitecta inglesa que en los años 80 dio la vuelta al mundo en una BMW R60/6, recorriendo 55,000 kilómetros sola, enfrentándose a enfermedades, accidentes y culturas que no concebían a una mujer viajando en solitario. Hoy es una inspiración para motociclistas viajeros.
Ana Carrasco, piloto española, se convirtió en la primera mujer en ganar un campeonato mundial de motociclismo (el World Supersport 300) en 2018. Su logro abrió un nuevo capítulo en las competencias de velocidad, demostrando que el talento no tiene género.
La fuerza femenina sobre dos ruedas hoy
Hoy, las mujeres motociclistas están presentes en todas las disciplinas: motocross, enduro, velocidad, acrobacias y turismo de aventura. Existen clubes femeninos de motociclismo en todo el mundo, eventos exclusivos para ellas y movimientos que promueven la equidad en el motociclismo.
Colombia no se queda atrás. Cada vez más mujeres se suben a una moto no solo como medio de transporte, sino como expresión de independencia y estilo de vida. Ya no es raro verlas en las rutas, liderando viajes, participando en rallies o incluso como voceras de marcas.
Un legado que sigue rodando
Las historias de mujeres como Bessie, Theresa, Elspeth y Ana son más que relatos de viajes; son manifestaciones de resistencia, valentía y pasión. Cada mujer que hoy enciende una moto y sale a la carretera está escribiendo su propia historia, sumándose a una comunidad global que sigue creciendo.
Porque la libertad no tiene género, y el motor del cambio también se conduce sobre dos ruedas.